Una imagen de archivo del duelo ante Virgen de Valme. |
Pero vayamos al turrón. El CB ANRES solicitó el cambio de ubicación del estadio y el IMD accedió cediendo el Pabellón de Rochelambert. Allí acudimos lastrado por alguna baja de importancia, como es el caso de Isaac, pero lo peor no era eso, sino las legañas que no nos quitamos en el primer cuarto y que, pese a todo, no llegó a aprovechar el rival (7-12). Sólo Linga aportaba algo en el inicio tedioso anresista. La tónica continuó en el segundo cuarto, donde se alcanzó la mayor ventaja (11-22) maquillada en los compases finales (15-22).
Tras el descanso, llegó una reacción. Al menos Ciudad Verde sentía que la defensa anresista no era la panacea para sus tiros. Sólo metieron dos canastas en el tercer cuatro... pero el CB ANRES tampoco es que fuera un crack en ataque, ya que anotó sólo seis puntos (21-26). Con esa mínima ventaja se siguió haciendo la goma: a ocho y luego, tras un triple de Adolfo, seguíamos ahí (26-30). Y ahí se acabaó. Oliveros de Ciudad Verde se vistió de superheroe y empezó a anotar de tres / cuatro metros como Pedro por su casa. La respuesta era tirar triples, en un intento desesperado por recortar una losa que era ya infranqueable. Ahora sólo queda superar los trámites de Basket Bormujos y América Mestiza, a los que tenemos que ganar para al menos mantener la honrilla y, ya de paso, ponernos en forma para la gran Liga Interprimaveras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario