El base Carlos Cherry, primer fichaje del CB Morón

Un gallo ACB en el gallinero

Cherry, con la camiseta del CB Granada.

Carlos Cherry, uno de los pocos talentos que han conseguido sacar la cabeza de las instalaciones de Casa Cuna para dar el salto al Cajasol, vuelve a Sevilla. Pero no lo hace al Pabellón de San Pablo, sino al gallinero con más lustre de la Liga EBA: el Club Baloncesto Morón. El base sevillano de 32 años viene procedente del Caceres 2016, que ya había fichado en su puesto Richard Nguema y el internacional británico Van Oostrum y quería subir a un tercer playmaker de la cantera.

Sin sitio, Cherry baja un par de escalones y pasa de la LEB a la EBA, según anuncian desde sus redes sociales el CB Morón. Con 150 partidos ACB a cuestas, se curtió en el Baloncesto Claret para dar el salto a la cantera cajista -por cierto, el que aquí os escribe tuvo el gusto de enfrentarse a él en una final four provincial de cadetes-. A los 18 años le llegó su debut en la liga de Primera División precisamente ante Cáceres, aunque de sus inicios es más recordado su momento de nervión en el que dejó pringaíto a un tal Antúnez. Es sólo una anécdota de un trotamundos del basket, que hizo una travesía en el desierto por Los Barrios, Coruña y Ourense hasta que, seis años después de su debut el Caja San Fernando lo repesca para suplir a Sergio Sánchez como conductor del juego.

Conoció a Gustavo Aranzana y Perasovic, pero el idilio acabó en 2005... y decidió dar el salto a la liga búlgara. Allí, en el CSKA de Sofía, Cherry se convirtió en un ídolo local, hasta se llegó a comentar que le habían propuesto nacionalizarse para jugar en el combinado nacional. No dio el paso y regresó a Andalucía de la mano del CB Granada, en el que estuvo hasta 2009, momento en el que volvió a la LEB, con el Cáceres.

Cartel anunciador temporada 12/13.

Carlos Cherry es, por tanto, el primer fichaje del Club Baloncesto Morón, que el pasado lunes inició su campaña de abonados con el lema Mójate con la EBA que seguro que dará mucho que hablar. En su campaña, reconocen que es un año "muy coplicado por la crisis", aunque desde el club confían en que "entre todos pongamos nuestro granito de arena para salir adelante en este proyecto tan bonito". La campaña de abonados, a simple vista, cambia diametralmente con la de temporadas anteriores. El año pasado, sin ir más lejos, el lema era Queremos seguir soñando, donde se cogía como 'actores' a dos miembros de la cantera moronense. Anteriormente, fue el gran Dani Ankatche, el que se aventuró para posar en la campaña de abonados comiéndose 'literalmente' el balón de basket.