Triples de JB sin hielo
El duelo de invictos de Cerro Amate se decantó del lado anresista, después de sobreponerse a una desventaja de siete puntos en el tercer cuarto. Los triples llevaron a una victoria a la que acompañó una comida ¡en Navidad!
El equipo casi al completo (Bruno se fue antes), en plena bacanal. |
Aquella vez, hace un año se nos subió y de qué manera. Nos dieron fuerte y flojo en aquellas gélidas pistas descubiertas de Hytasa. Sobre todo un caballero con barbas -no era Papa Noel- que o te metía el tríple o te entraba a canasta. Era como el juego de los trileros: nunca acertabas con el puñetero cubilete. Pero este domingo, previa de las fiestas navideñas, apareció un CB Anres muy distinto al de aquella cita. No es por nombre ni por genio ni mucho menos por edad, sino que lo que ha cambiado es la mentalidad.
Con cinco de cinco cada uno y con moderada distancia del resto, el choque del pasado domingo era clave. Una victoria dejaría a un lado ese tópico de que a los anresistas les da vertigo las alturas en la tabla y, de paso, los colocaría líderes en solitario, una circunstancia que, salvo en Primavera, nunca ha vivido este club y a estas alturas. El CB Anres se quitó de un plumazo esa leyenda negra autoinfligida desde hace 13 años y sumó una victoria de prestigio que le hace cosechar un histórico seis de seis (40-34).
Lo mejor de todo es que la victoria vino de dónde nadie se podía imaginar. Viendo las características de los dos equipos, parecía que iba a decantarse en un juego bajo los aros. Pivots altos y corpulentos (¿?) fajándose en cada balón, como ha pasado en la mayoría de duelos entre estos viejos conocidos. Pero he aquí que los anresistas tenían un as en la manga: sus tiradores. Sí, han oído bien, porque este equipo si algo ha aprendido de tantos años en distrito, es que la máquina mejor engrasada no es el que tiene un referente, sino aquel que no tiene ningún actor secundario. Y el CB Anres es un grupo de colegas que todos asumen un rol clave: desde Simón hasta Alberto, pasando por Dani, Marcos... y hasta los lesionados Kiko y Adri.
Si, en este caso, Iñaki estaba mermado -maldita lesión- y Simón estaba bien tapado al principio, salían a la palestra los tiradores. Manolín y Marcos lo hicieron por partida doble, mientras que también mojaron Alberto y Bruno, que nos deleitó con un tirito con pasito atrás que habría firmado el mismísimo MJ. Seis triples en distrito hacen mucho: no sólo por valer tres puntos, sino que abren defensas y permiten un juego más brioso. Y así fue.
Un brindis por la gran victoria conseguida. |
Tras ello, tocó celebración por todo lo alto con una comida de Navidad en el club que, por primera vez, se celebró en tiempo y forma. Además, con parte de la célebre fauna de Andalucía Residencial (Bubio, Toñeka, Yusko, Fabi, el presi de honnor del club, Denix) y las respectiva de plantilla y amigos. Arroz, croquetas, San Jacobos, serranitos, tortilla de patata y mucha cerveza para celebrar que este equipo, con sus virtudes y sus defectos, es una piña. Fuera y dentro de la cancha. Y en unos días, a seguir jugando, esta vez en un torneo con los amigos de Santa Aurelia.
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