lunes, 21 de octubre de 2013

El CB Anres queda segundo en el Torneo CDBSSP

El equipo celebra el segundo puesto obtenido en el torneo del sábado // Foto: CDBSSP.

Unos segundones por tradición


El ADN del Anres está tan marcado que ya puede ir a cualquier torneo que su aspiración nunca será ganarlo: será quedar segundo. Tocaba sábado, triangular y, como no, cumpliendo la tradición. Un segundón que no pudo con el anfitrión CDB Sevilla San Pablo y arrasó al CB Nervión. 


El calentamiento Special Cup de nuestro CB Anres. 
Hubo una vez, el siglo pasado, cuando el CB Anres aún gateaba, que un hombre, como venido de otra época -algo así como un Marty Mcfly pero algo más garrulo- se le apareció a los anresistas originarios y lanzó una profecía: "Seréis unos eternos segundones, no ganaréis nada porque sois unos bardaos y siempre habrá alguien mejor que vosotros". Nadie lo creyó y construimos nuestra Torre de Babel con todo tipo de engendros. Primero eran la mayoría de Sevilla Este y luego se extendió a otros confines del mapa: desde la ciénaga de Parque Alcosa hasta las catacumbas de Puerta Este hasta terminar en la cloaca de San Jerónimo. Daba lo mismo que tuviéramos un ejército de pivots de más de 1,90 que no había nada que hacer: cuatro subcampeonatos de los Juegos de Primavera, tres subcampeonatos de Distrito... hasta tres veces segundo en el torneo que organizábamos... ¿para ganar? Menos mal que se ganó al cuarta intento y ya no tentamos más a la suerte y dejamos de celebrarlo, no vaya a ser que... calla, calla.

Las vitrinas, por tanto, se ciñen a un campeonato de Primavera, un torneo del club y una placa que nos regalaron los Chamacos por nuestro partido cien en Distrito (el mejor de nuestros títulos, por cierto). Por eso -y muchas más razones- íbamos con muchas ganas al triangular que organizaba el Club Deportivo de Baloncesto Sevilla San Pablo (CDBSSP), mirando un poco al cielo porque decían los meteorólogos -torpes ellos- de que sobre la capital hispalense iba a caer una tormenta eléctrica que iba a dejar a más de uno chamuscadito.

El CDBSSP y el CB Anres posaron tras el encuentro.
No cayó una gota, pero no hizo falta para que los anresistas llegaran quemados al primer partido, que era contra el anfitrión -que anteriormente se deshizo del CB Nervión por 56-27-. No se si fue por la espera, por no haber calentado en condiciones o porque nos entretuvimos más en la cancha de voleyball y en la barra. Pero llegó el primer cuarto y en toda la frente. Un megaairball al corner de Manolín -que fue de lo mejorcito del equipo en todo el torneo junto a Cristian- marcó el devenir del primer parcial (13-5): un conjunto que sabía a lo que jugaba y que, además, explotaba a su jugador franquicia, que se hartó, frente a otro que sufría una desconexión entre el juego exterior e interior, estáticos y con mala selección de tiro. Un desastre que no se subsanó hasta en el tercer cuarto cuando, curiosamente, se apretó en defensa hasta tal punto que de perder por seis puntos al descanso se consiguió comandar por primera vez el partido.

Una bonita foto de grupo.
Era un momento crucial, en el que palpábamos la posibilidad de imponernos y dejar ese lastre de segundón. Pero de golpe vino otra nube... y nos deshicimos. Un triple bien anotado por los chicos del CDBSSP, y se ponen dos arriba... y extrañamente empezamos a hacer la goma detrás del marcador hasta que a falta de un minuto y medio nos colocamos cuatro abajo y posesión. Y empezó un show difícil de calificar: pases marrados, faltas no realizadas, escasez de ayudas tras bloqueo del atacante, resbalones... se juntó todo. Sólo se salvó una canasta de Cristian, el nuevo fichaje anresista. Y casi la falla. Y ellos, cómodos, metiendo sus puntos y sabiendo disputar los compases finales. Total, derrota, y el título se quedaba en casa (42-34).

Tocaba felicitar a los justos campeones, pero nuestras caras lo decían todo. Simón se fue a un banco en plan ermitaño, a Edu se le cayó el montadito que tan bien había preparado y el resto se quedó desperdigada a la espera del partido que disputaríamos tres horas después. No nos jugábamos nada, salvo el honor ante el CB Nervión y, al menos, preparar ciertos patrones de juego que queremos que estén perfilados en los Juegos de Otoño de Distrito -vamos, la Copa-. Y se jugó aseado. El rival no opuso mucha resistencia, pero es verdad que se movió mejor, se corrió y después hasta se defendió medio qué. El resultado lo dice todo: 60-17.

Linga recogió el trofeo.
Tocó foto de grupo y... ¡SORPRESA! Un trofeo de segundo clasificado, que cogió el que tiene mejor cara -y más cara- del plantel: Manolín, que puso su cara más característica, esa que un día no muy lejano llenará las portadas de los periódicos -esperamos que no sea como las fotos que salen de Barcenas-. Final y una gran jornada, de la que agradecemos de corazón la gentileza y buen hacer de todos y cada uno de los miembros del CDBSSP. Ojalá sepamos poner en marcha torneos con tan buen talante como el de estos chicos del Polígono. MIL GRACIAS POR TODO. Y a nuestro equipo, sólo queda entrenar más y jugar mejor... y así llegará el día en el que seamos campeones. 

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