Una resaca más que digna
El CB ANRES perdió el primer partido de la liga, pero lo hizo dando una de sus mejores versiones -defensivas, está claro por lo reflejado en el marcador- en un partido muy cerrado, donde la canasta era un bien escaso y valía su peso en oro. Y en esa que el botín se lo llevó CB Etílicos, que fue quien más tino tuvo -o menos erró- de cara al aro.
El encuentro empezó algo torcido. El rival venía con todos, salvo su pivot Sergio, con esguince de rodilla. Y a los anresistas nos crecían los enanos en dos días: Andrea anuncia su marcha a Valencia, Linga sufre un esguince de tobillo el jueves, Pablo S. seguía entre algodones y el Pícaro fue baja de ultimísima hora. Con este panorama, era hora de demostrar el fondo de armario, que lo hay. Se demostró con la presencia de nueve jugadores.
La clave se vió desde el salto inicial que sería la defensa. No hubo ni una sola canasta fácil. La defensa individual se comió cualquier alternativa de ataque, a no ser que llegara de tiro libre o de segunda jugada. Ahí, hasta que hubo un cambio de chip de Etílicos, que pasaron a una zona que les sirvió, al principio, para que tomaran las primeras ventajas (13-6). El grifo se cerró en el segundo cuarto de manera definitiva: 4 puntos se vieron entre los dos conjuntos y todos ellos desde la línea de personal.
Había llegado el descanso y el ANRES sólo había anotado una canasta en juego. Es cierto que ellos cuatro. Pero había que cambiar el chip si queriamos remontar... y Daniel Gallurt, como el Mesias, mostró el camino con un triple. Triples y tiros libres fue la receta mágica con la que se llegó al final del tercer cuarto con opciones (21-18). Y hasta se empató, con otro tiple, esta vez de Borja, pero ahí se acabó el sueño. Luismi, tal vez el mejor de los Etílicos, dejó sus mejores ratos de inspiración para el final y dejó a los suyos con la mayor ventaja del choque (+11). Sólo un último arreón en el último minuto permitió maquillar el resultado, con vistas al basketaverage. Al final, nos emborracharon con la primera derrota de la temporada que, pese a todo, nos deja una resaca digna y pensando que todo es posible.
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