Hasta el rabo todo es vaca
No se pudo hacer nada. O si. Bueno, que más da. La cuestión es que el toma y daca que lidiaron el CB ANRES y Vacas Sagradas se desniveló a favor de estos últimos, que a base de pundonor y de no dar el partido por perdido lograron una victoria que les abre las puertas a conseguir el título de campeón del Torneo de Primavera para festejar el inicio de sus 15 años como club más que de baloncesto, de amigos. Sólo había que ver a Luis, Juan o Chechu cómo se pimplaban el oro líquido -no el aceite, sino la cerveza- tras un triunfo tan ajustado como merecido.
Y es que el choque lo pudo ganar cualquiera y, sólo por eso, quien se lo lleva es el justo vencedor. El partido empezó intenso, con intercambio de canastas y lucha sin fin. Así hasta que cuando se llegó al segundo cuarto y dieron el primer arreón. Seis arriba y el ANRES empezaba a languidecer en defensa. Pero dos triplazos de Kiko, sin duda el mejor del partido y de la temporada, permitió a los anresistas empatar al descanso y afrontar con moral la segunda parte. Se percibía en el ambiente de que esta vez sí, que era posible, y hasta el fatídico tercer cuarto se nos daba bien hasta alcanzar una ventaja de cinco puntos, pese a que la defensa vacuna había ganado enteros y que el ANRES estaba empezando a sufrirlo de verdad.
Hubo errores propios en ataque y aciertos ajenos en defensa. Y eso permitió que el último cuarto fue el de la remontada de Vacas Sagradas, que se colocaron cinco arriba a poco de terminar el encuentro. El equipo no estaba fino y, quizás el mejor ejemplo fue que Iñaki cometió una técnica infantil -entono el mea culpa-. Pese a ello, a falta de 15 segundos aún había opciones. Tres abajo y posesión. El balón llegó a Gallurt, que encontró buen espacio y lanzó un buen tiro. Pero no todos los buenos tiros entran y ahí se esfumaron las posibilidades de una prórroga.
La cosa se pone imposible para ganar el Torneo de Primavera y más a sabiendas de que Isbilya se impuso a Chamacos Chingones. La única posibilidad es que Vacas Sagradas pinche ante los dos rivales que les queda, una empresa harto complicada pese a la mejoría de esos dos conjuntos. El ANRES, mientras tanto, tendría que redimirse y terminar la campaña con una victoria ante Unión Nazareno Basquet y, después, reflexionar, pensar y hablar, mucho hablar, para saber a dónde vamos. Seguro que juntos encontramos el camino más acertado.
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