martes, 30 de abril de 2013

El Anres pierde víctima de sus errores con Anima Vitae

Anima, que todavía queda Vita

El Anres debutó en la Liga de Distrito hincando la rodilla. La desangelada cancha de San Jerónimo -mucho viento, nublado, un horror- fue testigo de un partido en el que sólo se impuso el que cometió menos errores.


No fue ni el más malo ni el más horrible de los encuentros. Ni siquiera se puede decir que se jugó mal. Simplemente que los dos clubes, Anima Vitae y CB Anres, decidieron jugar un partido anodino y con escaso ritmo. Tampoco se puede pedir más en el inicio de un torneo tras casi dos meses sin competición y en una categoría, la que está por debajo de amateur, es decir, la de senior del IMD, en el que los jugadores no somos mancos, pero casi. Sólo faltaba un poco de tres en uno para desengrasar esas piernas y muñecas oxidadas.

Foto de archivo de un duelo entre Anres y Anima Vitae.
También influyó el tiempo, tan desapacible que estuvo a punto de aplazar un encuentro sin fechas disponibles en el calendario. Gracias a la paciencia del colegiado, que espero lo que le indica el reglamento, y que el viento secara la pista en un santiamén, se permitió jugar un choque que el mesa había dado por suspendido de motu propio 15 minutos antes de la hora fijada para su disputa.

Anima Vitae no quería jugar. Es normal porque iban cortitos de efectivos y tuvieron que ir a la carrera en busca de algún jugador disponible o habrían estado a punto de ni siquiera contar con los cinco en liza. Lo hicieron para comenzar un partido tan feo como el tiempo. El CB Anres, que acudió con todos, jugaba en estático y hacía lo que podía con la defensa del rival, que tenía como única arma la de intentar cazar algún mal pase para lanzar a su liebre, Jota. Si no hubiera estado ahí su buen base el resultado habría sido muy diferente. Pero ahí estuvo para correr y bandejear la canasta anresista.

Pese a todo, el partido se mantuvo igualado, incluso con ligeras ventajas anresistas, hasta que llegó el segundo cuarto, momento en el que Anima Vitae se distanció en el marcador. Una diferencia de ocho puntos al descanso que parecía inalcanzable a tenor del poco tino azurillo de cara al aro rival, frustrado por los lanzamientos de media-larga distancia que se salieron del aro. Y si a eso sumamos a un Simón más malo que un perro -vino con fiebre-, apaga y vámonos.

Pero ahí llegó el tercer cuarto y, extrañamente, cumplimos el refrán: a falta de canastas, buenas son piernas. Nadie gritaba DEFENSE, DEFENSE, ... pero nosotros nos sacamos el librillo de MR. Popovic y empezamos a carburar. Manos arriba por aquí, intento de robo por acá,... Así hasta culminar un parcial de 0-9 en el cómputo global del tercer cuarto. El Anres se colocaba uno arriba.

El partido parecía decantado hacía el lado anresista. Pero el brío del cuarto anterior se quedó en contemporización excesiva. Como mucho, se alcanzaron los tres puntos de ventaja. Y el barco se hundió en la orilla. Se cometieron varias faltas seguidas y el duelo ya no se dilucidaba en los tiros, sino en la línea de personal... y con el aro menos bueno de enemigo inesperado. Anima Vitae anotaba los dos y, si marraba, cogía el rebote. Al CB Anres sólo le salía el 1 de 2. Y así acabó el choque, con un 30-32 que nos augura una liga de inmensa igualdad. Sölo hay que ver cómo Isbilya se impuso a Unión Nazarena con un triple a tabla casi sobre la bocina para intuir que esta nueva edición de Liga de Primavera -que no nos cambien el nombre- no se ganará con un cero inmaculado en el casillero de derrotas.

Una vez reconocida la justa derrota, queda una reflexión y un apunte. La reflexión es que quedan seis finales, que hay que disfrutar. El apunte, casi crítica, al señor mesa. No cuestionaremos si nos falta o no puntos, porque es algo que es difícil justificar y creo que no habría cambiado el resultado -sobre todo por el juego lento, casi pasivo, que hicimos cuando nos veíamos por delante en el marcador-, pero habría estado bien que al menos acertara en los puntos que metió cada uno de los jugadores del Anres. De los diez jugadores, no acertó ni uno. A Iñaki le dio un punto de más, a Blanco le quitó seis, a Alberto le dio dos, a Bruno le dio cuatro,... ya que estamos, haberle dado uno a Marcos. No se preocupe, señor auxiliar, que el próximo partido estaremos a su lado asistiéndole en lo que haga falta para que no haya confusiones.

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