jueves, 19 de enero de 2012

CRÓNICA 8ª JORNADA: CB ANRES 35 - CD Isbilya 48

Una pérdida... de papeles

Hora de clásico. Los socios del Club Social Anres estaban junto a la barra del bar viendo el primer duelo copero entre Barça y Real Madrid. Pero todos se giran, los gritos vienen de la pista. Sí, allí se estaba disputando, al parecer, un partido de baloncesto. Al parecer porque, aparte de jugar, todos pusimos, en mayor o menor medida, nuestro grano de arena para que el mismísimo Mourinho se sintiera como un cerdo en un lodazal. El CB ANRES-CD Isbilya se convirtió en un partido típico de derbi: mucha tensión, mucha presión al colegiado de turno y poco baloncesto.

Se podrían decir muchas cosas, pero como dicen los entendidos en el deporte, lo que pasa en la cancha se queda en la cancha. Por eso, mejor centrar la mirada en el juego, que no fue bueno. El CD Isbilya no es ni mejor ni peor equipo que nosotros, pero cuenta con un arma con la que no cuentan las huestes anresistas: sabe a lo que juega, aunque a alguno le pueda incomodar ese estilo. Entrenan y lo ponen en práctica. En cambio, el CB ANRES mantiene en modo hibernación su patrón de juego, el que le ha llevado hace no tanto tiempo a la cima. La razón es que no se entrena, no por la calidad de la plantilla. Como prueba, por tercera vez un rival dice, al finalizar el choque, que somos uno de los equipos con más técnica. Pero la técnica también se practica y eso es imposible cuando el miércoles al que ha acudido más gente a la cancha ha sido, precisamente, el miércoles en el que se disputó este partido que fue aplazado por la lluvia.

A pesar de ese hándicap autoimpuesto, el CB ANRES aguantó el tirón hasta el último cuarto, con vaivenes en el marcador. Los locales tuvieron hasta la oportunidad de aprovechar la confusión que generó, en medio de la batalla, la doble técnica infligida al mister del CD Isbilya. Pero ni por esa se pescó en río revuelto. No sabemos y ya está. Por eso se llegó al último parcial con sólo un punto de desventaja (26-27). A partir de ahí se perdió el partido y los papeles. El desconcierto generalizado y un parcial 2-13 dio por cerrado un duelo que no se decidió tanto en las canastas sino en la línea de personal: si uno mete 3/12 y otro 13/22, no hay más que decir. Cuarta derrota y periodo de reflexión.

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